El traslado de Joaquín “El Chapo” Guzmán, al penal de máxima seguridad de Ciudad Juárez, obedeció a que las autoridades federales advirtieron que el narcotraficante pretendía construir un segundo túnel en el penal del Altiplano.
De acuerdo con el asesor penitenciario de Nuevo León, Eduardo Guerrero, el pasadizo fue detectado en la periferia del penal federal gracias a algunos ruidos y ciertos patrones que comenzó a tener el narcotraficante, como oprimir en varias ocasiones la manija del excusado.
La segunda excavación fue rápidamente destruida.